jueves, 29 de septiembre de 2011

20. Síntomas de amor


Φαίνεταί μοι κῆνος ἴσος θέοισιν
ἔμμεν’ ὤνηρ, ὄττις ἐνάντιός τοι
ἰσδάνει καὶ πλάσιον ἆδυ φωνεί-
  σας ὐπακούει 
καὶ γελαίσας ἰμέροεν, τό μ’ ἦ μὰν
καρδίαν ἐν στήθεσιν ἐπτόαισεν·
ὠς γὰρ ἔς σ’ ἴδω βρόχε’, ὤς με φώναι-
  σ’ οὐδ’ ἒν ἔτ’ εἴκει, 
ἀλλ’ ἄκαν μὲν γλῶσσα ἔαγε, λέπτον
δ’ αὔτικα χρῶι πῦρ ὐπαδεδρόμηκεν,
ὀππάτεσσι δ’ οὐδ’ ἒν ὄρημμ’, ἐπιρρόμ-
  βεισι δ’ ἄκουαι, 
κὰδ’ δέ μ’ ἴδρως ψῦχρος ἔχει, τρόμος δὲ
παῖσαν ἄγρει, χλωροτέρα δὲ ποίας
ἔμμι, τεθνάκην δ’ ὀλίγω ‘πιδεύης
  φαίνομαι



Me parece igual a un dios el hombre

que frente a ti se sienta, y tan de cerca
te escucha absorto hablarte con dulzura
y reírte con amor.
eso, no miento, no, me sobresalta
dentro del pecho el corazón, pues
te miro un solo instante, ya no puedo
decir ni una palabra,
la lengua se me hiela, y un sutil
fuego no tarda en recorrer mi piel,
mios ojos no ven nada, y el oído
me zumba, y un sudor
frío me cubre, y un temblor me agita
todo el cuerpo, y estoy, más que la hierba,
pálida, y siento que me falta poco
para quedarme muerta.




Safó de Mitilene

Traducción de Joan Ferraté