Por Viviana Perdomo
Capítulo IX
Elizabeth sigue preocupada por el estado en que se encuentra su hermana, y por esta razón pide que se llame a su madre. La Sr. Bennet recibe el llamado y llega inmediatamente. Se alegra de que Jane vaya mejorando, aunque no puede dejar Netherfield aún porque no está del todo recuperada. El médico recomienda que se quede un poco más, a lo que la Sra. Bennet no se opone, ya que sus intenciones son que Jane se quede en Netherfield el tiempo que sea necesario, eso sí, solo para estar cerca de Bingley, y sobre todo que este decida de una vez pedir la mano de su hija. Vemos cierta tensión entre la Sra. Bennet y Darcy, debido a que los dos pensaban diferente. Aunque Darcy no es bien visto por la Sra. Bennet, ya que piensa que es orgulloso por el dinero que tiene. Elizabeth se disculpa en nombre de su madre por lo acontecido, se sentía avergonzada. Mientras, Lydia, una de las hijas pequeñas de la Sra. Bennet, se atreve a recordarle a Bingley la promesa que hizo de organizar un gran baile. Por estas razones, los Bingley pensaban que la familia Bennet no tenía una buena educación, llegándoles a tildar de ordinarios. Y, claro está, después de marcharse estas no dudaron en empezar a criticarlos por su comportamiento. Creo que pensaban que tenían el derecho de hacerlo solo por venir de una ciudad.
Capítulo X
En este capítulo vemos cómo las señoritas Hurts y Bingley se preocupan por Jane. Desde un principio hemos visto que es la única de la familia que les agrada, y que les parece la más guapa y la más educada. Dirigiéndose después al salón, tanto la Sr. Hurts como la Sr. Bingley empiezan a jugar a las cartas. Por otro lado, Elizabeth, que se interesa por otras cosas, prefiere hacer algunas manualidades con la aguja. El Sr. Darcy también se encuentra presente en la estancia, escribiendo algunas cartas para su hermana. Mientras, Caroline intenta por todos los medios mandarle mensajes coquetos, los cuales el Sr. Darcy ignora. Por otro lado, Elizabeth, que en todo momento está viendo lo que sucede entre Caroline y Darcy, no parece mostrar ningún interés. Pero sabemos que en el fondo se interesa por Darcy desde el primer día, siendo algo reciproco. Un poco más tarde, las hermanas Bingley empiezan a cantar y a bailar. Darcy, mientras tanto, empieza a mirar a Elizabeth, la cual se da cuenta, ella piensa que Darcy lo hace como para mostrar su desaprobación hacia ella, aunque sabemos que él lo que busca es demostrarle el interés que el siente. Acto seguido, la invita a bailar, pero esta lo rechaza. Después de lo ocurrido, la Sr. Caroline se burla de él por querer unirse a los Bennet, a los cuales ella considera ordinarios.
Capítulo XI
En este capítulo, Jane Bennet ya se encuentra mucho mejor, cuando entró en el salón todos le dieron la bienvenida. A Elizabeth, por otra parte, le parecía extraño el comportamiento de las hermanas Bingley. Aunque desde el principio de la obra sabemos quién es la que les agrada más. También Caroline seguía con la intención de acercarse más a Darcy. Vemos que a Caroline no le ha quedado claro que a Darcy no le interesa ella sino Elizabeth. Aunque tampoco se da por vencida tan fácilmente, llegando a fingir que le encanta leer. Aun con todo esto, Darcy sigue ignorándola. Cansada de estar intentando captar la atención de Darcy, el cual no cede, sale con Elizabeth. Mientras las dos dan un paseo, revisan el libro de Darcy, en el cual expone su carácter resentido. Elizabeth, por su parte, le reclama por esto, y el admite que será así siempre. Puede que lo haga para protegerse así mismo, ya que es un hombre un poco difícil.
Capítulo XII
Cuando Jane Bennet se encuentra recuperada del todo, tanto ella como Lizzy deciden marcharse de Netherfield. Aunque Mamá Bennet no permitirá que Jane se aleje tan rápido del Joven Bingley. Hace todo lo que esta en sus manos para que ninguna regrese a casa, llegando incluso a no mandarles el carruaje. Pero las hermanas están decididas a ir, y recurren a Bingley, el cual, con mucha amabilidad y tristeza, les deja un carruaje. Vemos que es el único que se encuentra triste por la marcha de las hermanas, ya que Darcy y la Sr. Bingley se mostraron contentos antes esta idea.