MUCHACHO: ¿Qué debo decirle al señor Godot, señor?
VLADIMIR: Dile... (Duda)
Dile que nos has visto. (Pausa) Nos has
visto bien, ¿verdad?
MUCHACHO: Sí señor. (Retrocede,
vacila, se vuelve y sale corriendo)
(La luz se extingue
bruscamente. La noche cae de pronto. Sale la luna, al fondo, aparece en el
cielo, se inmoviliza, baña el escenario con luz plateada)
VLADIMIR: ¡Por fin! (Estragon
se levanta y se dirige hacia Vladimir, con los zapatos en la mano. Los deja
cerca de la rampa, se yergue y mira la luna) ¿Qué haces?
ESTRAGON: Contemplo la luna como tú.
VLADIMIR: Me refiero a tus zapatos.
ESTRAGON: Los he dejado allí. (Pausa) Otro vendrá, tal... tal... como yo, pero calzará un número
menor, y harán su felicidad.
VLADIMIR: Pero no puedes ir descalzo.
ESTRAGON: Jesús lo hizo.
VLADIMIR: ¡Jesús! ¿A qué viene esto? No pretenderás compararte
con Él.
ESTRAGON: Lo he hecho durante toda mi vida.
VLADIMIR: ¡Pero si allí hacía calor! ¡Hacía buen tiempo!
ESTRAGON: Sí. Pero te crucificaban enseguida.
(Silencio)
VLADIMIR: Aquí ya no tenemos nada que hacer.
ESTRAGON: Ni en ningún otro sitio.
VLADIMIR: Vamos, Gogo, no seas así. Mañana todo irá mejor.
ESTRAGON: ¿Por qué?
VLADIMIR: ¿No oíste lo que dijo el chaval?
ESTRAGON: No.
VLADIMIR: Dijo que seguramente Godot vendrá mañana. (Pausa)
¿No te dice nada eso?
ESTRAGON: Entonces, no hay más remedio que esperar aquí.
VLADIMIR: ¡Estás loco! ¡Hay que cobijarse! (Coge a Estragon por el brazo) Ven. (Tira de él. Estragon primero cede, luego se
resiste. Se detienen)
ESTRAGON (Mira al
árbol): Qué pena no tener un trozo de cuerda.
VLADIMIR: Ven. Empieza a hacer frío. (Tira de él. Repiten los mismos movimientos)
ESTRAGON: Recuerda que mañana traiga una cuerda.
VLADIMIR: Sí. Ven. (Tira
de él. Repiten los mismos movimientos)
ESTRAGON: ¿Cuánto tiempo llevamos juntos?
VLADIMIR: No sé. Quizá cincuenta años.
ESTRAGON: ¿Recuerdas el día en que me arrojé al río Durance?
VLADIMIR: Trabajábamos en la vendimia.
ESTRAGON: Me rescataste.
VLADIMIR: Todo está muerto y enterrado.
ESTRAGON: Mis ropas se secaron al sol.
VLADIMIR: No pienses más, venga, vamos. (Repiten los mismos movimientos)
ESTRAGON: Espera.
VLADIMIR: Tengo frío.
ESTRAGON: Me pregunto si no hubiese sido mejor que cada cual
hubiera emprendido, solo, su camino. (Pausa)
No estábamos hechos para vivir juntos.
VLADIMIR (sin
enfadarse): Vete a saber.
ESTRAGON: Nunca se sabe.
VLADIMIR: Todavía podemos separarnos, se crees que es lo mejor.
ESTRAGON: Ahora ya no vale la pena.
(Silencio)
VLADIMIR: Es cierto, ahora ya no vale la pena.
(Silencio)
ESTRAGON: ¿Vamos, pues?
VLADIMIR: Vayamos.
(No se mueven)