POZZO: ¡Piedad! ¡Piedad!
ESTRAGON (sobresaltado):
¿Qué? ¿Qué ocurre?
VLADIMIR: ¿Dormías?
ESTRAGON: Creo que sí.
VLADIMIR: ¡Otra vez ese cerdo de Pozzo!
ESTRAGON: ¡Dile que cierre el pico! ¡Pártele la boca!
VLADIMIR (Pega a Pozzo):
¿Has terminado? ¿Quieres callarte? ¡Gusano! (Pozzo se libera lanzando gritos de dolor y se aleja arrastrándose. De vez
en cuando se detiene, tantea en el aire con gestos de ciego, llamando a Lucky. Vladimir,
apoyado en un codo, le sigue con la mirada) ¡Se ha escapado! (Pozzo se desploma. Silencio) ¡Se ha
caído!
ESTRAGON: ¿Se había levantado?
VLADIMIR: No.
ESTRAGON: Y, sin embargo, dices que se ha caído.
VLADIMIR: Andaba a gatas. (Silencio) Quizá nos hayamos excedido.
ESTRAGON: Situaciones como ésta no se nos presentan con frecuencia.
VLADIMIR: Ha pedido ayuda. Nos hemos hecho el sordo. Lo hemos
maltratado.
ESTRAGON: Es cierto.
VLADIMIR: No se mueve. Quizá haya muerto.
ESTRAGON: Por haber querido ayudarle estamos ahora en este
atolladero.
VLADIMIR: Es cierto.
ESTRAGON: ¿No le habrás dado demasiado fuerte?
VLADIMIR: Le he arreado unos cuantos golpes.
ESTRAGON: No debiste hacerlo.
VLADIMIR: Tú lo quisiste.
ESTRAGON: Es cierto. (Pausa)
¿Y ahora, qué hacemos?
VLADIMIR: Si pudiera arrastrarme hasta él.
ESTRAGON: ¡No me abandones!
VLADIMIR: ¿Y si le llamase?
ESTRAGON: Eso, llámale.
VLADIMIR: ¡Pozzo! (Pausa)
¡Pozzo! (Pausa) Ya no contesta.
ESTRAGON: Ahora, los dos a la vez.
VLADIMIR, ESTRAGON: ¡POZZO! ¡POZZO!
VLADIMIR: Se ha movido.
ESTRAGON: ¿Estás seguro de que se llama Pozzo?
VLADIMIR (angustiado):
¡Señor Pozzo! ¡Vuelva! ¡No le haremos daño!
(Silencio)
ESTRAGON: ¿Y si probásemos con otros nombres?
VLADIMIR: Temo haberle herido de verdad.
ESTRAGON: Sería divertido.
VLADIMIR: ¿Qué sería divertido?
ESTRAGON: Probar con otros nombres, uno tras otro. Así mataríamos
el tiempo. Terminaríamos por acertar el auténtico.
VLADIMIR: Te digo que se llama Pozzo.
ESTRAGON: Vamos a verlo. Veamos. (Reflexiona) ¡Abel! ¡Abel!
POZZO: ¡A mí!
ESTRAGON: ¡Ya ves!
VLADIMIR: Este asunto ya me está hartando.
ESTRAGON: Tal vez el otro se llama Caín. (Llama) ¡Caín! ¡Caín!
POZZO: ¡A mí!
ESTRAGON: Es toda la humanidad. (Silencio) Mira esa nubecilla.
VLADIMIR (Levanta la
mirada): ¿Dónde?
ESTRAGON: Allí, en el cenit.
VLADIMIR: ¿Y? (Pausa)
¿Qué tiene de extraordinario?