viernes, 30 de septiembre de 2011

23. Hermosa tempestad

Me desconcierta la revuelta de los vientos.
De aquí llega rodando una ola y por allá
otra, y nosotros en medio arrastrados
nos vemos en nuestra nave negra
afligidos por la muy enorme tempestad.
El agua de la sentina ya cubre el pie del mástil.
Toda vela está ya transparente
y cuelga en grandes jirones su tela,
no logra el asidero las anclas y el timón...
mis dos piernas se afirman en las jarcias
y todo esto me mantiene a salvo.
Toda la carga arrastrada fuera de la borda va.


Alceo de Mitilene