jueves, 22 de septiembre de 2011

2. Las artes de Homero

Tanto la Ilíada como la Odisea son narraciones de viva y vigorosa acción, y nuestra reacción primaria ante ellas está determinada por los encantos de ésta. El relato en ambos poemas es de primerísima importancia, y a través del relato conocemos a los personajes y nos forjamos una idea de la personalidad creadora del poeta. La mayor parte y la más importante de la Ilíada la ocupa el relato bélico, a saber, el del último año de los diez que duró el sitio de Troya por los aqueos, y la Odisea refiere fundamentalmente las aventuras de Ulises en su largo viaje de regreso a la patria después de la destrucción de Troya. En el contenido de los poemas media un hiato temporal, rellenado en parte por las alusiones incidentales de la Odisea, que hacen de este segundo poema una especie de continuación del primero. Uno y otro están compuestos en amplias dimensiones que permiten la descripción plena de las acciones y la relación por extenso de los discursos. Lo que se esperaba del auditorio contemporáneo era, ante todo, que disfrutara del relato, sin preocuparse de lo que pudiera pensar sobre él; no era cometido del poeta dar lecciones explícitas. Ello implica que la fuerza de los poemas fundamentalmente es la de la narrativa, con sus anticipaciones, con la descripción detallada de los momentos críticos, con sus desarrollos imprevistos. Los episodios pueden estar relacionados entre sí de una forma laxa, pero cada uno se mueve con una rapidez especial, sin esfuerzos, y no pierde el tiempo en divagaciones ni en digresiones. El punto central de la Ilíada es la cólera de Aquiles, que conduce primero a la derrota de los aqueos y después a la muerte de su amigo Patroclo y a su venganza sobre Héctor, que le dio muerte. Pero esto proporciona una estructura sobre la cual se construyen otros muchos episodios, en especial cuando Aquiles está ausente del combate y su cometido lo tienen que cumplir otros menos cualificados que él. La Odisea centra su atención en el retorno de Ulises a su patria, pero los cuatro primeros libros se ocupan del mal estado de esa patria durante su ausencia, y proporcionan un prólogo a lo que viene después, pero antes del regreso definitivo el propio Ulises relata en primera persona sus maravillosas aventuras en los confines del mundo. En ambos poemas la acción se simplifica y se concentra en los últimos libros, según van confluyendo los diversos hilos del relato en una misma trama hacia un dramático final. Sobre esta simple estructura Homero construye sus múltiples e imaginativos relatos en los que pone cuanto le dan la tradición y su mismo amor a la vida.


C.M.Bowra