miércoles, 27 de mayo de 2020

Dostoievski, 1


Fedor Dostoevski (1821-1881) se educó en la Escuela Militar de Ingenieros de Petersburgo, aunque a los 23 años abandonó su carrera para dedicarse a la literatura. En 1839, su padre fue asesinado por la sevidumbre, algo que parece ser que provocó su primera crisis neurótica. Con su primera obra, Pobres gentes, consiguió el aprecio de la crítica, que se disipó por completo con sus siguientes publicaciones. Hacia 1847, Dostoievski simpatizó con las ideas del socialismo utópico, lo que le costó una condena de cuatro años en Siberia. Allí el zar Nicolás I les gastó una broma macabra: los condenó a muerte, y, en el momento en que iban a ser fusilados, les concedió el indulto.
En Siberia fue condenado a trabajos forzados, rodeado de miseria y de criminales violentos, y allí se convirtió al cristianismo por la sencilla razón de que era aquello en lo que creía el pueblo. Después fue obligado a alistarse como soldado raso y contrajo matrimonio con la viuda María Isáeva. La unión duró ocho años, llenos de enfermedades, celos y problemas económicos. Fue promovido a oficial, pero despedido por sus crisis epilépticas. En 1860, de regreso en Petersburgo, escribió los Recuerdos de la casa de los muertos, sobre su espantosa experiencia en Siberia. 
Fundó, con su hermano, la revista El tiempo, que tuvo que cambiar de nombre por su tono crítico y sarcástico y por enfrentarse con la revista de Nekrásov, entonces el pope de las letras rusas. En ella escribió las Memorias del subsuelo, donde ya se puede apreciar la mentalidad del autor que vendría después. También mantuvo una complicada relación con Apollinárija Súslova, mujer de armas tomar, engreída y desesperante, con la que viajó por Europa y se aficionó al juego.
En 1865 mueren sus seres queridos, su mujer y su hermano, se ve obligado a cerrar la revista y a cuidar de la familia de su hermano. En estas circunstancias escribe, en Alemania, la primera de sus grandes obras, Crimen y castigo. Abrumado por las deudas, escribió en menos de un mes El jugador, un clásico sobre la ludopatía, con la ayuda de Anna Snítkina, su secretaria, veinticinco años más joven que él, con la que luego contraería matrimonio. Anna no solo fue su secretaria, sino la persona que le ayudó a vivir los últimos diez años de su vida en relativa paz y tranquilidad, y le hizo posible escribir el resto de su monumental obra literaria. No obstante, se arruinó varias veces por su adicción a la ruleta, situaciones límite que le impulsaron a escribir El idiota y Los demonios

De regreso a Rusia, en 1871, sus ideas políticas cambiaron: se opuso a los revolucionarios y se acercó a los reaccionarios de Nekrásov, y escribió el Diario de un escritor, que es una especie de revista hecha por un hombre solo. En 1880 llegó a lo más alto de su fama literaria con la impresionante Los hermanos Karamázov, que lo dejó sin fuerzas, y poco después, en 1881, murió.